DEL ROBO O SUPLANTACION DE LA IDENTIDAD DIGITAL

Las ventajas de estar conectados a través de internet son infinitas, sus peligros casi innumerables, pero prevenibles.

En la nota anterior explique cómo prestar atención a cada actividad que realizamos en la red, podría resultar una gran herramienta de prevención de los ilícitos en la red.

Les dije también, que lo importante es, sin duda manejar la privacidad en cada una de nuestras redes sociales. Cada una de ellas, tiene un ícono de ajustes y/o de privacidad que nos permite poner todo el contenido de nuestra cuenta en privado, público, o sólo para amigos (lo más recomendable a menos que sea un perfil laboral).

También las redes sociales nos permiten elegir si queremos ser contactados por amigos, por amigos de amigos o por cualquier persona, como exhibir nuestros datos de contacto, números de teléfonos o direcciones de correos.

¿Qué ocurre si no manejamos nuestra privacidad en las redes?

Si no controlamos nuestra privacidad, las fotografías de perfil y las de los álbumes de fotos, pueden estar al alcance de cualquiera.

Los criminales, generalmente, se apoderan de esa información para crear un perfil falso y así contactarse con nuestros conocidos o con otras personas.

Crean un perfil con antigüedad, dependiendo del delito que intentan perpetrar. Si se trata de una estafa económica con extorsión sexual, van a ir en busca de peces débiles, que puedan caer en esa trampa. Quizás hombres mayores en busca de mujeres jóvenes. Así procederán a la creación del perfil falso, usando las fotografías que algún usuario desprevenido no resguardó. Procederán a colocar el perfil en sitios sociales masivos, hasta dar con la víctima Hablaran con él o ella, le pedirán fotos eróticas y luego lo amenazaran con publicarlas en redes sociales a cambio de dinero

Las víctimas, partes de ese engaño y con temor a ser develados ante sus familiares y amigos, accederán a este pedido y evitarán todo contacto con las autoridades judiciales o policiales. Estos hechos, casi no se denuncian.

A través de las redes se intenta captar menores de edad.

Los menores y las mujeres son muy vulnerables en el entorno digital. En el caso de los menores de edad, no alcanzan a comprender que detrás de un perfil amigable, que aparenta tener su misma edad, puede esconderse un perfil de una persona oscura que intente captar su atención, conseguir su confianza para luego hacerle vivir un infierno.

Esto no pasa sólo en las películas. Ocurre en la vida real.

Muchos niños, niñas y adolescentes son atraídos, por distintos motivos, a perfiles falsos con el solo objeto de obtener fotografías de ellos en escenas sexuales o incluso para contactarlos y provocarles daños físicos y psicológicos irremediables. Generalmente son adultos.

¿Qué es la suplantación de identidad?

Se trata de la creación de un perfil digital falso, mediante el cual el delincuente se hace pasar por otra persona.

El objeto puede ser únicamente ese, hacerse pasar por otro, o, hacerlo para cometer delitos en nombre de otro, y de esta forma conseguir impunidad.

Los investigadores, pueden averiguar las direcciones IP de donde se conectan los delincuentes.

Cuando ingresamos a una cuenta bancaria o a una billetera virtual como Mercado Pago, estos pueden ver el IP, o sea la dirección del protocolo de conexión, desde el lugar en que nos conectamos.  Muchos de nosotros al realizar transferencias de dinero por estos medios electrónicos o digitales, recibimos advertencias cuando nos conectamos estando de viaje.

Con el IP los investigadores pueden conocer la dirección física desde la cual se están conectando los criminales.

Los modus operandi más comunes.

Acceso real a la cuenta del usuario.

Este es el menos frecuente de todos. Ocurre en un escenario de intimidad en donde la víctima y el agresor se conocen. El atacante tiene acceso a la información personal completa (datos privados, mensajes, contraseñas, etc.). El atacante puede crear y modificar la información, las imágenes, enviar mensajes privados o incluso dar opiniones y publicar. Dado que el perfil goza de credibilidad, el atacante puede aprovechar dicha confianza para enviar ciberataques a los contactos mediante el envío de mensajes con enlaces o archivos infectados.

Perfil falso con información real de la víctima suplantada

Este escenario no tiene tanto impacto en la información personal, pues el atacante no puede acceder a la red real de la misma, en cambio, con los pocos datos que posee puede crear un perfil duplicado de la vicitma y afectar su reputación.

Perfil falso para atacar a otros

La creación del perfil falso tiene por objeto la de hallar terceros desprevenidos para cometer cualquier tipo de delitos que implique una disposición patrimonial en el mejor de los casos, los que pueden ir desde una estafa, una extorsión hasta algo más sofisticado como el hurto o robo de dinero, activos o criptomonedas

El delito de suplantación de identidad digital

Si suplantan tu identidad, debes denunciarlo en las redes sociales y ante el Ministerio Público Fiscal de tu provincia o localidad. Si bien en Argentina existe un proyecto de ley para convertir esta conducta en delito, son muchos los delitos que se pueden investigar como consecuencia de la suplantación de la identidad digital.

Maneja la privacidad de tus cuentas. No expongas tus datos personales, eso incluye tus fotografías.

El concepto de identidad digital encierra toda aquella información que existe en internet de cada usuario y se construye a través de sus movimientos en internet, los likes, las opiniones, es decir, el uso de las redes sociales, la participación en foros, las compras online o incluso tus búsquedas. Todo ello forma parte de lo que se llama reputación digital y esa reputación tiene una privacidad que debe ser protegida, como los derechos a la imagen y la privacidad en el mundo físico.