“Hay que volver a habitar nuestras niñeces, qué adulto necesitábamos

Los delitos cometidos en redes sociales con IA
Por Mariel Suárez
Abogada especialista en derecho penal, Jueza Penal.
Experta en Derechos Digitales.
Triple Magister Cibercrimen Ciberseguridad y Perito Informática Forense.
Profesora invitada en Universidades extranjeras, autora de publicaciones varias.
La Inteligencia Artificial (IA) no es ni más ni menos que un conjunto de operaciones matemáticas, de las cuales se extraen conclusiones sobre puntos o temas específicos, dependiendo para que se la utilice. Generalmente en las redes sociales se la utiliza como modelo de negocio, para generarnos necesidades de comprar determinado producto. Con la IA, las empresas que están detrás de las redes sociales sacan conclusiones de nuestros gustos, intereses o necesidades, para poder vendernos los productos que promocionan. Detrás de la IA, hay personas que la crean y le dan órdenes.
Hoy en día, el mundo de las redes sociales y de las aplicaciones, es ilimitado, todos los días se crea una nueva red social o nace una divertida aplicación para modificar fotos, por ejemplo. Por ello, los cuidados y precauciones por parte de los usuarios deben incrementarse.
Los delitos cometidos en redes sociales o con el uso de tecnología, dejan rastros y esos rastros no son físicos, sino digitales. Para investigar este tipo de criminalidad, los operadores de la justicia deben aprender a recoger esta evidencia y a conservarla de la mejor manera posible.
Los usuarios pueden colaborar en ese proceso de recolección de evidencia digital, por ejemplo, no borrando los chats que prueban el delito y, concurrir a la realización de la denuncia con el dispositivo electrónico para que se pueda extraer tal evidencia.
No debemos seguir conversando, ni tampoco bloquear o denunciar al usuario criminal, porque se corren riesgos de que se pierda la evidencia que acredita el delito.
Cada red social es diferente. Por ejemplo, con la adquisición de Twitter por parte del empresario tecnológico Elon Musk, y las limitaciones que le fue imponiendo a esa red social, hoy se complica la extracción de evidencia digital de esta red social.
A propósito de ello, la empresa Meta, aprovechó el terreno que fue cediendo Twitter e instaló una nueva red social, Threads que cumple una función parecida a la de Twitter. No va a ser la última creación digital, hay diferentes tipos de redes sociales para lo que se nos ocurra, para comprar y vender artículos, para entablar relaciones sociales, encontrar amigos o parejas, académicas, científicas, para encontrar o promocionar trabajo, de estudios, de imágenes, y muchas más. Debemos manejar nuestra privacidad en TODAS LAS APLICACIONES O REDES SOCIALES.
Todas estas redes usan IA como modelo de negocio, al igual que los ciberdelincuentes más sofisticados, que lo hacen para conocer nuestros intereses, gustos, debilidades, necesidades, nuestra localización y todos los datos que les sirvan para cometer el crimen que en definitiva les facilite el hecho de disponer de nuestro dinero o de nuestros datos para conseguirlo.
De todas formas, resulta necesario entender que, los ciberdelincuentes NO VAN A ENTRAR A NUESTROS TELEFONOS cual hackers encapuchados, SOMOS NOSOTROS los que les damos la llave para acceder, por ejemplo, cuando hagamos un click en un enlace desconocido. Detrás de esos enlaces, los criminales instalan un virus que toma el control del dispositivo y recoge nuestros datos. Datos que son útiles para concretar el crimen, como contactos, claves y usuarios bancarios, de redes sociales o aplicaciones.
Son tantos los crímenes económicos, y de todas las magnitudes, que no va a existir gente que alcance para investigarlos a todos. Las autoridades tendrán que adoptar criterios de selección.
La buena noticia es que existe una herramienta efectiva y al alcance de todos. La prevención.
Una forma de prevenirse de los criminales que merodean las redes, es sin duda PRESTAR ATENCIÓN. Quizás sea la mejor herramienta de todas. Prestar atención antes de abrir un mail, de abrir un enlace, de clickear una foto o al descargar música. Configurar nuestra privacidad en las redes, será un paso imprescindible.
No tengamos miedo a la conectividad o a la tecnología cuya utilidad es facilitar nuestras vidas y promocionar nuestros derechos. Prestemos atención y activemos la prevención. El miedo paraliza. Pensar nos activa.