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PASIVOS AMBIENTALES DE LA INDUSTRIA HIDROCARBURÍFERA
Comodoro Rivadavia sigue reclamando la reparación del pasivo legado por la actividad petrolera dentro de su ejido.
Por Lic. Jordana Mrla / Especial para InfoSur
Ha pasado casi un año y medio del anuncio público del “Plan Andes” y habiéndose concretado la venta de 28 áreas y la reversión de 11, en ese total de 39, se hallan todas las que operaba YPF SA en el ejido de Comodoro Rivadavia. También, en ese recuento, transcurrieron más de seis meses desde que se concretó la venta y cesión de las que afectan a nuestra ciudad.
A prácticamente 118 años de explotación petrolera, con su inicio en nuestra tierra, con 103 años de la empresa que Comodoro Rivadavia orgullosa hizo crecer, y donde todo conducía a nombrarla, YPF SA se retiró. Quedó desierto e incertidumbre. Quedó pérdida de puestos de empleo y empresas de servicios que se retiraron de la zona. Quedaron situaciones ambientales no resueltas, quedaron “pasivos ambientales”.
Ahora, ha iniciado la segunda etapa de este proceso, por el cual las 16 áreas restantes de yacimientos convencionales que posee YPF SA, serán vendidas o revertidas. Comprendidas en 6 clusters e incluyendo esta vez en la provincia solamente al área de Manantiales Behr. Si bien es ajena geográficamente a los límites del ejido, su masa crítica de empleo y empresas prestadoras de servicios se encuentra en la localidad, por lo que el impacto económico y social nuevamente será de impacto en nuestro sitio.
Con todo este preámbulo, pero volviendo a la discusión sobre la que ya nos hemos detenido en varias oportunidades, en materia ambiental, desde la Municipalidad de Comodoro Rivadavia, se viene trabajando en la redacción de un proyecto normativo, para atender el daño generado por las situaciones pasadas legadas por las empresas que operaron yacimientos dentro del ejido, dejando taxativamente expresas las responsabilidades sobre su generación, la obligación de su remediación, entre otros aspectos.
Por eso, con todos estos hechos asentados en el territorio, marcando un contexto diferente que hoy nos atraviesa, se plantea la modificación del proyecto de Ordenanza oportunamente presentado. Para ello, se vienen desarrollando diferentes instancias de participación ciudadana, habiéndose iniciado con las escuelas de nivel secundario la semana pasada y durante el transcurso de la presente, en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco.
Desde la Casa de Altos Estudios, se conformó la mesa de trabajo para repensar la propuesta normativa que busca identificar, evaluar, cuantificar y regular los pasivos dentro del ejido, buscando una solución conjunta para el saneamiento, restauración y monitoreo de aquellos sitios afectados, que hoy alteran el ordenamiento del territorio, el desarrollo de las urbanizaciones, pero sobre todo el ambiente. Se trabajó en dos mesas o comisiones que fueron moderadas por profesionales de la Subsecretaría de Ambiente de la Municipalidad, consolidándose la jornada en su último día con la emisión de un documento conjunto rubricado por todos los estudiantes y profesionales que participaron.
El tema fue abordado desde la participación de las carreras afines de la Facultad de Ciencias Naturales y Ciencias de la Salud, la Facultad de Ingeniería y la Facultad de Ciencias Humanidades y Ciencias Sociales. Se puso especial énfasis en aspectos como la presencia de pozos abandonado e inactivos en ejido, recordemos que la ciudad tiene más de 3500 abandonados y de 1700 inactivos respectivamente, el detalle de las tareas o acciones que deben llevarse adelante, las definiciones, responsabilidades, principios y fundamentos de la norma, así como también vulnerabilidad social y participación ciudadana. La apuesta continua en mantener jornadas participativas sectoriales, y en la apropiación colectiva, considerando que el problema que afecta a la ciudad nos involucra a todos sin distinción.